Aunque deberías.

Está bien, venga... ahora sólo tengo que subir esa pequeña montaña!!

Y eso pensaba ella cada vez que se encontraba con una. El caso es que después de lograr llegar a la cima, se encontraba con otra y cada vez más alta y complicada.

Nunca se detenía porque no había nada ni nadie que lo consiguiera, principalmente.

Ella estaba bien allá arriba y eso era lo que le motivaba: Subir ahí. ¿Cómo? Sola. Con ella. Con su vida de la mano.

Y por eso subía. Porque era su meta a la vez que su climax.

Era... pues eso... ya sabes... o bueno quizá no lo sepas aunque deberías:


Libre.



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