El bosque del olvido

Pequeña e indefensa,
o eso parecías
ahí en el asiento de atrás
mirando por la ventanilla el paisaje
que tus huellas querrían
pisar.

Detengámonos en un lugar que se pueda.
Recuerdo que tu piel era un buen lugar donde pasar la noche

Deja que no me muera contando todos estos árboles que veo
por el cristal de tu coche
pasar.

Porque no hay espejos que dibujen más
que tus ojos cuando me miran de verdad.

Deja que siga intentando negarle a mi mente
que mi mano en tu mano se quiere
posar.

Porque es inevitable.

Lo mismo que intentar doblegar al viento,
o que deslices tu mano en mi pelo
sin que apenas lo puedas
tocar.

Porque es inevitable.

Cerrar los ojos y no verte.

Inevitable que vuelvas a pisar las mismas huellas que en mis manos
dejabas al tocar.
sin vuelta atrás

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