Capítulo 1: Mis ojos comenzaron a llover.



Apagó el motor de su coche y pareció apagarse el mundo. Abrí la puerta y la intensa lluvia comenzó a mojar mi piel, mi pelo... y mis ojos comenzaron a llover. Lloré sin parar y él se marchó, en su coche, dejándome en manos de la oscuridad de la noche.
Aunque tuviera mi casa a escasos metros, mi cuerpo no fue capaz de llegar hasta la puerta y es que... tenía tantas dudas... tantas preguntas... y lo que más me preocupaba de todo es que tenía miedo, miedo de perderle para siempre, de que fuera aquella la última vez que tuviera su olor en mi cabeza durante horas... de que todo lo que vivimos juntos hasta ahora, se perdiera en dos faros rojos alejándose entre la oscura madrugada... y todo eso se unía en mi cabeza, se unía sin tener una conexión que le diera sentido a todo aquello que me estaba pasando. Lloré y seguí llorando porque no me sentía bien si dejaba de hacerlo...

Pasaron los minutos, incluso diría que horas y me levanté de la acera en la cual había estado derramando mis penas.
Entré en casa y efectivamente estaba vacía, fría y transmitía tristeza. Estaba tan identificada con ella... porque yo me sentía igual.



Mi madre se encuentra a miles de kilómetros de mi y la única persona que me hace feliz es él, y lleva días sin dar señales de vida desde aquella noche en la que me dejó en la acera, llorando. Sé que para él esto es más difícil de lo que lo es para mi pero... ahora más que nunca quiero ser egoísta y tenerlo a mi lado por todo lo que está a punto de suceder.

Continuará. 

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